12/11/2018 MATÍAS GÓMEZ: «ME VOY CON UN SABOR AMARGO»

El karateca bolañego lamenta no haber podido subir al podio en el Mundial que se está celebrando en Madrid.


El Mundial de Madrid ya es historia para Matías Gómez. El karateca de Bolaños de Calatrava era una de las opciones de medalla de la selección española en la categoría kumite menos de 60 kilos, pero el manchego cayó eliminado en los octavos de final. Un resultado que deja «con un sabor amargo», al deportista ciudadrealeño, que se quedó sin la opción de disputar los combates por las medallas que tendrán lugar este fin de semana en el pabellón WiZink Center, donde se está registrando un gran ambiente.


A sus 28 años Matías Gómez no pudo romper el maleficio que le persigue en los Mundiales desde el año 2010, cuando en su debut en Belgrado (Serbia) logró la medalla de bronce. Desde entonces, no ha vuelto a subir al podio y eso que esta edición era muy importante, tanto por el hecho de competir en casa como por la trascendencia que tiene este campeonato para confeccionar el ranking clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde el karate se estrenará en el programa.


Tras ganar por decisión de los jueces al congoleño Aymar Bimoko (1-1), Matías Gómez venció a Kuan Chien Cheng, representante de China Taipei, por 3-2, y después se deshizo del serbio Milos Radojevic por 7-0. Ya en cuartos de final cayó eliminado frente al chileno Joaquín González, que se impuso por 4-3 en un combate muy disputado.


«Fue un rival raro para mí porque tenía mucha altura y envergadura, eso me complicó el combate. Empecé ganando, luego me remontó y conseguí volver a empatar, pero se me terminó escapando el triunfo», lamenta el manchego. «Los karatecas somos muy críticos con nosotros mismos y, en realidad, estoy satisfecho con el trabajo que he realizado. No le perdí la cara a ninguno de los combates y me encontraba bien, pero al final lo que queda es el resultado», reflexiona.


Competir en casa en un Mundial ha supuesto para él una gran experiencia «porque sientes que el público se vuelca contigo y por eso me da aún más rabia».


El hecho de haber caído en la ronda de octavos de final le impedirá ocupar las primeras posiciones del ranking olímpico, «pero tampoco me aleja mucho de la cabeza. Hay que seguir trabajando y para mí ahora empieza lo importante, me lo tomo así».


De hecho, a primeros de diciembre viajará a China para participar en una prueba de la Serie A y a partir de ahí podrá tomarse un breve respiro, pues en enero ya tendrá que afrontar la prueba de la Premier League de París (Francia). «Ahora tengo que arañar puntos de donde sea», asegura el bolañego, que hasta el final del Mundial estará en la grada animando a sus compañeros de selección.