La ermita primitiva fue construida a raíz de la aparición de la virgen en el siglo XIII. La edificación está formada por un zócalo de piedra de mediano tamaño, de poco más de un metro de altura y con sillares en las esquinas, sobre el que se levanta un muro de tapial alternando hileras de ladrillo macizo.
En el siglo XVII se amplió la ermita levantándose la actual nave con bóveda de cañón decorada con pinturas de las cruces de las ordenes militares de Calatrava, Montesa, San Juan y Santiago