11/02/2019 EL PROGRESO Y OLEOVINÍCOLA CAMPO DE CALATRAVA AMPLÍAN SU ALIANZA AL ACEITE

La cooperativa El Progreso y la Sociedad Cooperativa Oleovinícola pretenden ampliar su alianza con la constitución de una cooperativa de segundo grado para la comercialización del aceite de oliva, al igual que vienen haciendo con el vino en Vidasol.


La cooperativa El Progreso de Villarrubia de los Ojos y la Sociedad Cooperativa Oleovinícola de Bolaños de Calatrava pretenden ampliar su alianza con la constitución de una cooperativa de segundo grado para la comercialización del aceite de oliva, al igual que vienen haciendo desde 2017 con el vino en el seno del grupo Vidasol. Este proyecto debe ser ahora ratificado por los consejos rectores de ambas entidades en las asambleas que tendrán lugar a mediados de este mes de febrero. Así lo confirmó este jueves a La Tribuna el presidente de la Sociedad Cooperativa Oleovinícola de Bolaños de Calatrava, Julián Castro, que avanzó que si los socios dan el visto bueno a esta nueva alianza comercial, podrían comenzar ya a operar de forma conjunta con El Progreso con el aceite de oliva elaborado con las aceitunas de la recién finalizada campaña.

Se trata de una cooperativa de segundo grado que viene avalada por el «éxito» de Vidasol, un modelo que pretenden imitar, aunque durante los últimos meses, El Progreso también estuvo en conversaciones con otros grupos comercializadores de la región, en concreto de la provincia de Toledo, para una posible integración.

Al igual que ocurrió con el grupo Vidasol, constituido oficialmente el 10 de febrero de 2017 por El Progreso y Los Pozos (Daimiel), esta nueva cooperativa de segundo grado arrancará con solo dos socios, aunque «dejará la puerta abierta a nuevas adhesiones». Así ocurrió con la sección del vino, a la que se sumaron con posterioridad Cristo del Prado (Madridejos), Castillo de Consuegra y la propia Sociedad Cooperativa Oleovinícola de Bolaños de Calatrava.

Julián Castro indicó que la suma de las cosechas de las dos cooperativas, «en una campaña que ha sido bastante buena», se sitúa por encima de los 18 millones de kilos.

Hace unos días, el presidente de El Progreso, Jesús Julián Casanova, avanzó que las previsiones iniciales se habían superado, pasando de siete a ocho millones de kilos de aceitunas, con los que se están elaborando unos aceites de oliva virgen extra de una calidad «excepcional» en cualquiera de sus variedades: arbequina, picual y cornicabra.

El objetivo de alcanzar una facturación superior a los 25 millones de euros para poder constituirse en Entidad Asociativa Prioritaria de Interés Regional (Eapir) se vislumbra aún muy lejano. Para lograr ese objetivo, apunta el presidente de la Sociedad Cooperativa Oleovinícola, sería necesario contar con la adhesión de nuevos socios.

En Vidasol tampoco han podido alcanzar aún la barrera Eapir, situada para el sector vinícola en una facturación superior a los 45 millones de euros. No lo lograron al menos durante el ejercicio 2017, en el que las cinco cooperativas produjeron 85 millones de litros de vino, que colocaron en el mercado con relativa rapidez y a «un buen precio», tal y como manifestó en su día el expresidente de El Progreso, Cesáreo Cabrera, impulsor de una fórmula de comercialización de éxito que «permite concentrar la oferta y competir en un mayor número de mercados, en sitios a los que sería muy difícil llegar de forma individual».

Desde su constitución han sido varias las cooperativas que se han interesado por el proyecto de Vidasol, entre ellas ‘Santa Catalina’, en La Solana, una de las impulsoras de esta iniciativa comercial, aunque hasta la fecha no ha dado el paso para integrarse. Virgen del Carmen, de Almodóvar del Campo, también mostró interés.